¿Y que pasa con el desarrollo cognoscitivo después del nacimiento?

De acuerdo con Piaget, el bebé se encuentra en la etapa sensorio-motriz, ésto se refiere a que el bebé aprende a través de los sentidos y de sus movimientos.


Como ya lo habíamos mencionado los bebés nacen con una serie de reflejos, los cuales aprenden a controlar.


Los sentidos son la única fuente de información que tienen del exterior, y éstos se desarrollan de manera diferente, unos antes que otros.

El sentido más desarrollado es el tacto ya que por medio de éste tu bebé conoce las sensaciones de contacto, presión, temperatura y dolor.



Los sentidos del gusto y olfato también se encuentran desarrollados, en cambio la audición y la vista se encuentran menos desarrollados que los anteriores; la audición, desde la segunda semana de nacido, el bebé ya reacciona de manera diferente a la voz de su madre y se muestra indiferente a la voz de personas desconocidas.



Y en cuanto a la visión, es tal vez el sentido menos desarrollado al nacer ya que durante los primeros cuatro meses de vida ésta no es precisa, aunque si hay sensibilidad a la luz y a los colores, al nacer, el bebé percibe confusamente las formas de los objetos que los rodean pues sus ojos son todavía incapaces de acomodar y coordinar dichas imagenes.



Aunque el desarrollo de los sentidos está íntimamente ligado a la maduración del cerebro, sería equivocado pensar que la maduración del cerebro asegura el desarrollo de los sentidos del recién nacido. Este desarrollo se debe a la influencia de el ambiente en este caso el de la estimulación que recibe el bebé por parte de su familia. Si se somete al bebé a un aislamiento sensorial, mostrará un notable atraso en su desarrollo.



Como ya lo habíamos mencionado los bebés aprenden a controlar sus reflejos, a partir del segundo o tercer mes el bebé manipula estos reflejos con un fin propio, por ejemplo el reflejo de succión, al poner al bebé cerca del pezón de la madre succiona, después aprende que realizando esto obtiene comida, así que controla éste reflejo para poder alimentarse, y desde el octavo mes al año de vida el bebé aprende a formar un esquema coordinado por ejemplo observar la ubicación de un juguete, tomarlo con sus manos y jugar con el.

Todos estos avances en el desarrollo cognoscitivo son fruto de una buena alimentación y estimulación.